Martes, 28 Enero 2014 00:00

El Alamillo da la bienvenida al año nuevo chino

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La Academia Oso Panda conmemora la entrada del año del Caballo junto a sus alumnos y familiares

El Parque del Alamillo ha festejado la llegada del Nuevo Año Chino. Mientras millones de personas procedentes del país asiático disfrutan en estas fechas de la celebración del nuevo año entrante en el calendario chino, el año del Caballo, la academia Oso Panda no ha querido perderse esta conmemoración y convocó para el día de ayer una fiesta repleta de eventos en el Parque del Alamillo con una programación que tenía como reto acercar a los invitados a la cultura china, en especial en torno a las costumbres referidas a esta celebración.

Partiendo del masivo movimiento migratorio que se activa en estas fechas alrededor de todo el mundo, los nativos de este país viven con especial emoción el evento anual. La preparación, que culmina con la llegada de un nuevo año, representado con un animal de la mitología china, dura unos días, y la fecha en la que comienza el año está determinada por el calendario solar.

Durante esos días, las familias dedican el tiempo a limpiar en profundidad los hogares, como signo de renovación. Compran todo lo necesario para el gran día, o incluso pasan a sacrificar al animal que posteriormente será servido en la cena de celebración. Una noche en la que toda la familia se reúne y disfruta del ocio y de la charla dentro de cada casa. No son pocas las tradiciones que se incluyen en la fiesta milenaria, como Guardianes de las puertas, representación de figuras en actitud defensiva, lanzar fuegos artificiales, o vestirse con prendas rojas para la ocasión.

La fiesta ha sido organizada por tercer año consecutivo por la Academia Oso Panda. Y la gran mayoría de los invitados, alrededor de 200 personas, vestían ropaje de color rojo o dorado, buscando así atraer la suerte. Una manera de conectar con la cultura asiática y con su lado más místico. Además, durante el almuerzo celebrado en el parque los invitados disfrutaron de una gran variedad de platos característicos de la cultura china, representativos de su gastronomía. Desde carne de cerdo cocinada al más puro estilo oriental, hasta el clásico arroz frito con variedad de verduras.

Tras la comida y el posterior reposo, se realizó una demostración de los aprendizajes que los chicos están adquiriendo en la academia Oso Panda (en la sevillana calle Santo Domingo de la Calzada), de la mano de sus profesoras, que organizaron juegos de comprensión y vocabulario, poniendo a prueba a los más pequeños. Después de aprender hay que divertirse, por eso se llevaron a cabo una serie de talleres de adornos recortables, caligrafía china tradicional con pincel, dragones de papel y petardos de papel.

Para culminar la jornada, sobre las 18.00 de la tarde,se ofrecieron gallegas de la suerte y té chino. El final de la fiesta da comienzo al nuevo año, en el que se tratará de atraer las buenas energías, la suerte, y la fortuna, propósitos que se relacionan con la templanza y el carácter del pueblo chino del que tantas características positivas hay que absorber. 

 

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