Concretamente, técnicos de la Junta de Andalucía y de una empresa externa contratada por el Ayuntamiento inspeccionan las zonas de riesgo de aparición de colonias de mosquitos tres veces al mes.
Los puntos de inspección pueden alcanzar el medio centenar y van variando según criterios técnicos y atendiendo a las condiciones meteorológicas, pero el objetivo es siempre ofrecer un servicio más eficaz y que cubra todo el municipio.
Una vez los técnicos localizan una colonia, el servicio municipal, a través de la mencionada empresa externa, la trata según el protocolo establecido por la Junta de Andalucía, autoridad competente.
Además, ese mismo personal analiza trampas para atrapar mosquitos dos veces al mes con el objetivo de descartar la aparición del Virus del Nilo.