El éxito de las empresas no llega por casualidad. El coach estratégico de Forbes, número 1 en toda Latinoamérica, lo tiene muy claro y así se lo hace ver a todas y cada una de las empresas que asesora. 2024 viene cargado de incertidumbre y José Luis González considera que se han de poner en marcha seis acciones fundamentales “para reforzarnos ante un entorno más agresivo e incierto”.
La inestabilidad geopolítica originada por la guerra de Ucrania, el conflicto israelí, el tráfico marítimo en el Mar Rojo, la aparición acelerada de la Inteligencia Artificial (IA), la subida de tipos, las tasas de inflación y cierta desaceleración de las grandes economías mundiales, entre otras circunstancias, lastran las a veces estrechas economías de las pymes. Ante este panorama incierto, el coach considera que “las empresas deben hacer un análisis riguroso de la situación en la que se encuentran, sin obviar las circunstancias macro, para conseguir tener un diagnostico certero que les permita avanzar sorteando, de la mejor manera posible, los obstáculos”.
De las seis acciones recomendadas, la primera es hacer un plan estratégico riguroso del año. El equipo directivo ha de debatir sobre las dificultades y retos no conseguidos para detectar las áreas de mejora. De ahí debe salir un plan de actuación con medidas muy concretas, asignación de personas y plazos orientados a afianzar fortalezas y a mejorar debilidades. Es la cultura del compromiso, que debe extenderse al resto de la organización.
En segundo lugar, hay que “adaptar, convertir y reinventar la empresa”. En un entorno tan cambiante es necesario trabajar, junto al equipo, por adaptarse a los nuevos tiempos. Para ello, es esencial analizar el mercado y las tendencias, evaluar los recursos humanos y sobre todo financieros, fomentar una cultura de cambio entre el personal, incentivar la aportación de ideas nuevas, invertir en innovación y tecnología, introducir la IA, diversificar productos o servicios tras un análisis de las tendencias y nuevos gustos de los clientes, optimizar procesos haciéndolos mas eficientes, buscar colaboraciones estratégicas y medir resultados para mantenerse competitivos y relevantes en un entorno empresarial en constante transformación.
Retener el talento
Otro aspecto fundamental es reforzar los equipos. Aunque los productos y servicios son importantes, son los equipos de trabajo los que los hacen posible e impulsan la innovación, la eficiencia y la adaptabilidad de la empresa. Un equipo cohesionado y bien liderado puede maximizar la calidad de los productos y servicios, identificar oportunidades y superar desafíos. Además, la colaboración y la diversidad de habilidades dentro de los equipos son fundamentales para la toma de decisiones bien informadas y la resolución efectiva de problemas. Mantenerlos formados, incentivados e implicados nos permitirá, también, retener talento, que es otro de los grandes retos de esta década.
En cuarto lugar, hay que escuchar al mercado. La primera casusa de cierre de una empresa es por ofrecer productos o servicios que el mercado no demanda. Por tanto, es vital escuchar al mercado para que una empresa se adapte de manera efectiva a la demanda real de sus productos o servicios. Al prestar atención a las necesidades y preferencias de los clientes, la empresa puede identificar oportunidades de mejora, ajustar su oferta y mantenerse competitiva y bien posicionada. Esto no solo aumenta la satisfacción del cliente, sino que también impulsa el crecimiento y la lealtad de los clientes. Aquí sugerimos hacer encuestas de calidad continuas con nuestros clientes para evaluar los distintos eslabones de la cadena de valor y obtener la información necesaria para adaptarnos a lo que ellos realmente necesitan.
Rentabilidad y tesorería
En quinto término, el coach explica que “llegan dos de los puntos donde incido con más vehemencia en todas las empresas: Prestar atención a la tesorería y a la rentabilidad. A pesar de ser algo muy evidente, la realidad me dice que en un número demasiado elevado de casos no se le presta la atención debida, y eso que es crucial para la supervivencia. Hay que hacer un análisis riguroso de la rentabilidad de nuestra cartera de productos y servicios, así como una vigilancia extrema de la tesorería, mejorando los periodos de cobro y alargando, en la medida de lo posible, los pagos, usando herramientas financieras para dicho fin. Hay que hacer un marcaje muy riguroso sobre los impagados que tenga la empresa, que a la postre pueden ser causa de situaciones de alta tensión para la misma.
Por último, José Luis Rodríguez recuerda que “hay que obsesionarse con el uso de los datos”. Considera que las decisiones en la empresa, en un porcentaje elevado, se toman sin tener la información necesaria para ello, por no estar estructurada y actualizada. “Los datos proporcionan información objetiva y cuantitativa sobre el desempeño de la empresa, las preferencias del cliente, las tendencias del mercado y otros muchos aspectos importantes de la actividad empresarial. Es obligatorio tener un cuadro de mandos actualizado con los indicadores claves para poder dirigir el negocio con la información necesaria de lo que está ocurriendo. A nadie se le ocurriría dirigir un vehículo sin mirar el panel de control y sí que dirigimos empresas sin tenerlo, lo que provoca, en muchos casos, tomar decisiones basada en información errónea o inexacta.
Al analizar estos datos, la empresa puede identificar oportunidades, minimizar riesgos y optimizar sus operaciones. Todo ello teniendo en cuenta que estamos en la era digital, donde los datos son el activo que cobra mas relevancia en cualquier actividad”.