Internet ha sido el causante de numerosos cambios en el día a día. Uno de ellos viene propiciado por el hecho de que la información resulta ser mucho más sencilla y accesible. Además, ha permitido que numerosas empresas salgan a la luz y que el mercado ya no entienda de fronteras. Esto mismo conlleva el que la competencia se haya multiplicado de manera exponencial. Siendo así, el empresario que quiera ver cómo su empresa crece y se mantiene deberá hacerse con una página web propia. El éxito se puede entender de muchas maneras pero en lo que a comercio digital se refiere éste se entiende porque la gente llegue hasta tu negocio cuando realiza una búsqueda relacionada y que, después, se produzca la conversión. Es decir, que pase de ser un mero visitante para pasar a ser un cliente. Aquí algo que juega un papel importante son las palabras clave, esos términos que las personas asocian y emplean cuando buscan algo relacionado. Por ejemplo, siguiendo con esta temática, una persona que quiera contar con una página web profesional y que sea de Sabadell, lo más normal es que emplee un buscador y escriba algo como 'diseño web Sabadell' y con esto obtenga los resultados más relevantes. Aunque exista una empresa muy buena que ofrezca este servicio, sino se le muestran al posible cliente como resultados será como si no tuviera lugar. Vamos a tratar de explicar los pasos a seguir para contar con una página web que atraiga a los clientes y, por tanto, de la que sacar rentabilidad.
- Contar con profesionales del sector. Ocurre como con todo, si se deja que esta tarea la realice alguien que no tiene mucha idea (aunque el presupuesto sea menor) se pagarán las consecuencias más adelante. Hay personas que llevan años investigando y formándose para saber llevar a cabo esta tarea de la mejor manera posible y son ellos los que pueden garantizar el mejor resultado y las mejores previsiones de cara a un futuro.
- El diseño. Aún cuando una página consigue contar con un buen código optimizado de nada sirve si cuando llega el posible cliente a ellas no quiere estar allí ni un segundo. De alguna manera ha de entenderse una página web como una carta de presentación. Igual que no se recibiría a nadie en una tienda física con todo por el medio, en el formato digital el usuario debe tener ganas de saber más, de informarse, de conocer, de navegar por ella... Sino, será un posible cliente perdido que, difícilmente, volverá.
- El posicionamiento. Lo que comentábamos al principio. Por muy bonita que se deje la web si nadie llega hasta ella será como si nada. Los profesionales que se encargan de posicionarlas harán que la web no sólo sea atractiva sino que se llegue a ella fácilmente cuando se empleen palabras clave relacionadas.
- El contenido. Es la manera en la que le decimos al usuario qué ofrecemos, por qué, quiénes están detrás... Es interesante ponerse en el lugar del otro y no dar nada por sentado. Todas las preguntas que se pueda hacer el usuario han de estar contestadas en la web. Y, por supuesto, una forma de contacto sencilla siempre es recomendable.