Durante el mes de julio, la Fundación Cajasol le ha facilitado a un total de cien niños andaluces de entre 12 y 17 años, una serie de actividades y juegos veraniegos a través de la puesta en marcha del campamento urbano "Sunset Campus", en colaboración con los Ayuntamientos de Aznalcóllar, La Algaba, Cádiz, Paterna de la Rivera y Santa Olalla. El proyecto nacía con la idea de convertirse en una alternativa de diversión y crecimiento personal para un centenar de familias, facilitadas por los Servicios Sociales de los respectivos ayuntamientos, a las que se les ofrece la opción de becar a sus hijos para que disfruten de las actividades programadas.

Un verano diferente ha sido la propuesta global que ha lanzado el proyecto, buscando recuperar las charlas con los amigos, los juegos tradicionales, la práctica del Deporte, las manualidades o disfrutar al aire libre frente al excesivo consumo que los adolescentes hacen de las nuevas tecnologías, fundamentalmente del whatsapp, videojuegos y la televisión sin control.

Los participantes han acudido a las distintas instalaciones municipales de lunes a viernes y en horario de 9:00 a 14:00 horas para relacionarse de otra manera y fomentar su curiosidad y solidaridad. Otro de los retos ha sido ofrecer diversión y salidas culturales y de ocio a jóvenes con escasas posibilidades de disfrutar de un verano como cualquier otro niño de su edead.

COACHING Y DIVERSIÓN

Dirigidos por monitores especializados en entrenar y formar a adolescentes, los campamentos han dando una importancia especial al coching a través de charlas, coloquios y proyecciones de audiovisuales para el crecimiento personal y la superación de complejos, algo tan habitual en esta franja de edad. Todo ello con el fin de que los alumnos saquen lo mejor de sí mismos y destaquen sus potencialidades y habilidades, algo que les ayudará en el momento vital que atraviesan, en el que con demasiada frecuencia dramatizan situaciones a las que en otras etapas no se les prestaría casi atención.

Cada municipio ha ofrecido su propia programación, adaptada a las infraestructuras municipales utilizadas, a las propuestas de los alumnos y a las potencialidades de los educadores, y han contado con jornadas de estudio dirigido voluntario para aquellos alumnos que tenían algo pendiente en septiembre. A partir de ahí, se ha combinado a la perfección la imaginación, la habilidad y el disfrute, mezclados con deporte en equipo y juegos. Desde manualidades con pintura, barro, cartulina, a disfraces, master class de fútbol, baloncesto, rutas culturales por rincones de cada uno de los municipios y recorridos por la naturaleza con la elaboración de cuadernos de campo. El grupo de Paterna de la Rivera, ha realizado un programa de radio en la emisora municipal; en Santa Olalla han producido su propio musical sobre Blancanieves y la representarán ante los alumnos de la guardería; en Aznalcóllar han realizado muchas salidas de senderismo; en La Algaba han disfrutad de la piscina y los juegos acuáticos; y en Cádiz de las rutas culturales y la playa. El campamento destaca que las nuevas tecnologías son de gran utilidad, pero con medida, y que hay distintas formas de aprender. Este mensaje se les enseña a través de la práctica del día a día con conversaciones con los amigos, la convivencia de cada alumno en el grupo y fomentar la curiosidad innata que tienen los adolescentes por conocer el entorno, algo que los pueden enriquecer mucho más que el contacto frío al que nos condenan hoy las redes sociales y los smartphones.

Para la Fundación Cajasol, es una satisfacción poder poner en marcha, año tras año, este tradicional y arraigado campamento de verano con el fin de ofrecen actividades estivales destinadas a favorecer la igualdad de oportunidades, y luchar con las exclusión social, a través de juegos y diversión.